Era
se una vez en un reino de fantasía que sucedió
una historia que sería contada de abuelos a padres, de padres a niños y
pronto se volvería una leyenda. Pero claro, toda leyenda, tiene un principio…
En
villa de la hoja, un pueblo de elfos pacíficos y fuertes, tuvo lugar una
catástrofe. Se presentó el ejercito oscuro en la aldea y
quemó todas las cosechas hasta que el príncipe Absalom apareció con su fiel corcel Luna pero a pesar de todo
fueron derrotados. El príncipe, con lágrimas en los ojos por la devastación de
su pueblo, y a pesar de las magulladuras del daño que tenía, se levantó y juró vengarse del que mató a toda su estirpe.
Y así corrió raudo en busca del castillo donde
reside el mal con la legendaria espada Maestra y con su arco. Llegó a
Deimos, la ciudad muerta donde todos los muertos resucitaban. Bajando de su
montura los empezó a derrotar una y otra vez
incansable.
Pero pensó: "Da igual si los derroto
mientras ese árbol los siga creando”
Adrián Cruz se coge el B
ResponderEliminarMe pido el final A.
ResponderEliminarMe encanta esta aventura Mario, sirves para escritor.