El comedor era pequeño con nueve mesas para los 53 niños que éramos.
Había nueve encargados, uno para cada mesa. También nos decían a qué hora había que estar en él: por la mañana a las 9:30, por la tarde a la 1:30 y para la cena a las 8:30. Cuando acabábamos de comer los encargados/as se quedaban a recoger la mesa, a limpiar la mesa, a barrerla y a prepararla para la siguiente comida.
También teníamos que recoger la mesa de Manolo y Esperanza y hacer la mesa de los monitores. Todo esto lo hacían los encargados mientras los demás se lavaban los dientes y tenían tiempo libre hasta la hora que habían dicho los monitores.
Bueno, yo ya me despido. Hasta pronto, amigos del blog.
¡Adiós!
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