El señor brasileño, encontró al pingüino indefenso, hambriento y cubierto de aceite y estaba entre las rocas de una playa. Estuvo una semana cuidándolo y cuando paso la semana lo devolvió al mar. El señor no esperaba encontrarlo de nuevo, pero pasaron unos meses y el pingüino fue para agradecerle los cuidados. Lleva varios años haciéndolo desde que el señor rescató al pingüino en 2011. El pingüino ha sido bautizado como Dindim. Pasa ocho meses con el señor y el resto del año en la Costa de Argentina y Chile. Dindim nada más de 8.000 kilómetros para llegar a Brasil. Según dicen, el señor se siente agradecido por cada visita y dice: “Me encanta este pingüino. Lo considero como un hijo. Duerme al lado mío y si le toca otra persona le pica. El señor todos los días le da de comer pescado para que reponga fuerzas, luego lo suelta al mar pero está seguro de que no se irá. "No ha faltado ningún año y cada año que viene siento que viene más feliz".
¡Bueno, amigos y amigas del blog! Me tengo que despedir.
¡Adiós! De Adrián.
que bonita historia
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