Hugo era tartamudo y Bernardo era disléxico. Había un compañero, que se llamaba Vicente, que se metía con ellos porque decía que eran “raros”...
Un día, Hugo le dijo a su amigo de crear un club: “El Club de los Raros”.
¿Al final lo formarían? ¿Podrían?
¿Quién se apuntaría?…
Os animo a que lo leáis porque es muy interesante, divertido y tiene moraleja:
“QUE TODOS SOMOS IGUALES”.
¡Que guay! Yo creo que si que se animarán.
ResponderEliminarya lo se.
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