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domingo, 10 de septiembre de 2017

Los Cinco tras el pasadizo secreto, MARÍA

Esta aventura comienza en casa de Jorge. Dick y Julián están de intercambio en Francia y Ana en su casa.
Tim (el perro de Jorge) se hace una herida en la oreja y Jorge lo lleva al veterinario. Allí se la curan, pero el veterinario le dice a Jorge que le va a tener que poner un collarín para que no se rasque la oreja. A Jorge no le hace mucha gracia, pero acaba poniéndoselo.
Como todo el mundo se ríe del pobre Tim, Jorge decide irse de acampada con Ana y luego acuden los otros chicos.
Allí estaban muy cerca de una casa abandonada. Una noche, tienen que irse a dormir a esa casa, porque llueve mucho.
Se oyen ruidos extraños y ven a una persona asomándose a la ventana.
Y al día siguiente… ¡todos los amigos se juntan otra vez!
Las chicas se lo cuentan todo y automáticamente van a recoger pistas. Encuentran una huella y la copian.
Esa noche vuelven a dormir en esa casa para ver si descubren algo.
Se oían aullidos misteriosos y se veían luces flotantes.
Por la mañana se les ocurrió un plan: iban a hacer como que se iban, para acampar más lejos y que los ladrones no los viesen. Por la noche iban a ir Julián y Dick a investigar qué querían los ladrones de la casa abandonada.
Allí, una vez que los ladrones estaban en casa, ellos se escondieron en la chimenea. Escucharon todas las conversaciones, pero la más importante era que tenían un mapa robado con el que encontrarían una losa grande y blanca que estaba cerca de algo con agua y si la levantaban encontrarían un pasadizo secreto.
Los ladrones no la encontraron y por la mañana los Cinco irían a un viejo campamento romano en el que trabajaba un amigo de los Cinco.
Por la mañana cuando llegaron al campamento Guy (su amigo) ya no estaba, pero sí su hermano gemelo.
Ellos junto a Enrique, (su hermano) encontraron el pasadizo en una fuente. Estuvieron caminando un buen rato, hasta que encontraron una cartera. No podían abrirla porque el tejido era muy fuerte. Luego encontraron a Guy, atado y lesionado. Les contó que los hombres habían ido a por herramientas.
Ellos aprovecharon para salir e irse a casa. Cuando llegaron, llamaron a la policía y a un médico.
La policía acudió enseguida y se lo contaron todo. Abrieron la cartera y… ¡NO HABÍA NADA! Todos se llevaron un disgusto enorme, pero un policía cayó en cortar uno de los laterales y… ¡ESTABAN LOS PLANOS!
Eran los dos únicos planos de todo el mundo y los habían robado.
El policía volvió al pasadizo donde encontraron los planos, para detener a los ladrones.
A mí me ha parecido muy interesante y… ¡os lo recomiendo!

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